Chiclana desde la sal

Óleo sobre lienzo

Puerto pesquero

  Yo, marinero, en la ribera mía, posada sobre un cano y dulce río que da su brazo a un mar de Andalucía, sueño ser almirante de navío, para partir el lomo de los mares al sol ardiente y a la luna fría. ¡Oh los yelos del sur! ¡Oh las polares islas del norte! ¡Blanca primavera, desnuda y yerta sobre los glaciares, cuerpo de roca y alma de vidriera! ¡Oh estío tropical, rojo, abrasado, bajo...

LA MAR

NECESITO del mar porque me enseña: no sé si aprendo música o conciencia: no sé si es ola sola o ser profundo o sólo ronca voz o deslumbrante suposición de peces y navios. El hecho es que hasta cuando estoy dormido de algún modo magnético circulo en la universidad del oleaje. No son sólo las conchas trituradas como si algún planeta tembloroso participara paulatina muerte, no, del fragmento reconstruyo...

AZOTEAS

Es salir a la calle sin destino, sin reloj, sin hora de llegada ni de regreso previsto. Es cambiar de rumbo, como cambia la veleta, pero sin viento, sin fuerza. Es mirar al cielo, volar con la mente pisando tierra. Es navegar con la ilusión, sin barco, marineros, velas ni timón. Es soñar despierto, gritar al viento, no mostrar arrepentimiento… Jorge Torres...

LA ROSA

Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía! Se me torna celeste la mano, me contagio de otra poesía Y las rosas de olor, que pongo como ella las ponía, exaltan su color; y los bellos cojínes, que pongo como ella los ponía, florecen sus jardines; Y si pongo mi mano -como ella la ponía- en el negro piano, surge como en un piano muy lejano, mas honda la diaria melodía. ¡Que goce triste este de hacer...

TIESTO DE FLORES

Humilde barro de la tierra mía asomado a la luz de la ventana con la sencilla claridad paisana que al viandante regala algarabía y al jardín le devuelve cercanía de familiar amiga y sobria hermana dispuesta a embellecer con luz temprana el patio, la cancela o galería. Dame, maceta, el don de la presencia, Dame gracia de estar entre la gente con  ese modo de ser tan diferente que es gesto simple, un amor de aldea, ese...

LIMONES

Me tiraste un limón, y tan amargo, con una mano cálida, y tan pura, que no menoscabó su arquitectura y probé su amargura sin embargo. Con el golpe amarillo, de un letargo dulce pasó a una ansiosa calentura mi sangre, que sintió la mordedura de una punta de seno duro y largo. Pero al mirarte y verte la sonrisa que te produjo el limonado hecho, a mi voraz malicia tan ajena, se me durmió la sangre en la camisa,...

SERIE FLAMENCO

Cuando escucho en tu guitarra un cante por soleá oigo en mi alma un silencio que es música de verdad. Música tan de verdad que las estrellas se callan para poderla escuchar. (José Bergamín) ...

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