Es salir a la calle sin destino, sin reloj, sin hora de llegada ni de regreso previsto. Es cambiar de rumbo, como cambia la veleta, pero sin viento, sin fuerza. Es mirar al cielo, volar con la mente pisando tierra. Es navegar con la ilusión, sin barco, marineros, velas ni timón. Es soñar despierto, gritar al viento, no mostrar arrepentimiento… Jorge Torres...